La gran mayoría de las personas cree que la hospitalidad es uno de valores que se desarrolla más en el ser humano, pero para Johnny Córdova, director del Centro de Rescate Santa Marta, este valor es el único que debería conservarse hasta la eternidad en el hombre. Su sonrisa refleja lo satisfecho que se encuentra con el trabajo que está realizando al salvar varias vidas de animales que llegan en pésimas condiciones al Centro. Johnny nos cuenta un poco de la manera en que se desarrollan las actividades en el lugar.
¿Cuándo empezó?
Este proyecto se inició en el año 2000 cuando iba por la carretera para llegar al Oriente y encontré un monito totalmente maltratado y lo cogí para curarlo y después de un tiempo regresarlo a su casa. Hice algunos papeles para que no se crea que tengo un animal de esos como mascota y así comenzó todo.
¿Cuál es el objetivo?
Tratar de alguna manera conservar algunas especies de animales que se encuentran en peligro de extinción, además creo que mi objetivo va más allá y se concentra en la satisfacción de ver feliz a un animal.
¿Cuántas personas son?
Somos mi esposa y yo la cabeza de todo. Constantemente nos visitan voluntarios y estudiantes que son con las personas que contamos para que todo siga creciendo.
¿Cómo se financian?
Esto es una autogestión. No es financiad por ninguna ONG y mucho menos por el Gobierno o por el Ministerio del Medio Ambiente. Las únicas contribuciones que se reciben son las de las instituciones que nos visitan con alumnos y las de algunos voluntarios que quieren contribuir con comida y sobretodo con el espíritu de colaboración.
¿Con quiénes trabajan?
Estamos directamente vinculados con la UPMA Unidad de Protección del Medio Ambiente y con la Policía de Medio Ambiente con la que hemos ido a algunos operativos para decomisar y rescatar a varios animales supuestamente “caseros” como un caimán que lo tenían como mascota. He podido ver tanta crueldad que no me asombraría ver a un oso panda de mascota.
El Centro de Rescate Santa Marta es un lugar donde el amor y el respeto a la vida es la base fundamental. Los animales son parte de esa vida y definitivamente son el complemento perfecto de la nuestra.
¿Cuándo empezó?
Este proyecto se inició en el año 2000 cuando iba por la carretera para llegar al Oriente y encontré un monito totalmente maltratado y lo cogí para curarlo y después de un tiempo regresarlo a su casa. Hice algunos papeles para que no se crea que tengo un animal de esos como mascota y así comenzó todo.
¿Cuál es el objetivo?
Tratar de alguna manera conservar algunas especies de animales que se encuentran en peligro de extinción, además creo que mi objetivo va más allá y se concentra en la satisfacción de ver feliz a un animal.
¿Cuántas personas son?
Somos mi esposa y yo la cabeza de todo. Constantemente nos visitan voluntarios y estudiantes que son con las personas que contamos para que todo siga creciendo.
¿Cómo se financian?
Esto es una autogestión. No es financiad por ninguna ONG y mucho menos por el Gobierno o por el Ministerio del Medio Ambiente. Las únicas contribuciones que se reciben son las de las instituciones que nos visitan con alumnos y las de algunos voluntarios que quieren contribuir con comida y sobretodo con el espíritu de colaboración.
¿Con quiénes trabajan?
Estamos directamente vinculados con la UPMA Unidad de Protección del Medio Ambiente y con la Policía de Medio Ambiente con la que hemos ido a algunos operativos para decomisar y rescatar a varios animales supuestamente “caseros” como un caimán que lo tenían como mascota. He podido ver tanta crueldad que no me asombraría ver a un oso panda de mascota.
El Centro de Rescate Santa Marta es un lugar donde el amor y el respeto a la vida es la base fundamental. Los animales son parte de esa vida y definitivamente son el complemento perfecto de la nuestra.
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