miércoles, 10 de diciembre de 2008

Tu collar de lágrimas

La letra de Ruperto Romero y la música del maestro Segundo Bautista, son la combinación perfecta para el sentimiento de mis queridos migrantes. Con un ritmo incaico y totalmente nuestro significa la pasión y la emoción con la que los valientes y arriesgados ecuatorianos viven fuera de nuestras fronteras.
Collar de lágrimas, la canción más triste, pero más importante en la vida de los que están lejos. Te la dejo y te doy mi toalla. Para siempre.

¡Empecemos con música!

“El mojado tiene ganas de secarse”, una de las canciones más representativas de la migración. Ricardo Arjona quiso reflejar el sentido de lo que son las despedidas en las distintas familias latinoamericanas.
Claro, talvez la canción está un poco más identificada a la migración de los mexicanos, pero este blog está siempre abierto al mundo entero. Porque YO, te doy mi toalla. Para siempre.


Tu collar de lágrimas
¡Qué viva la chicha!
El Guaracazo
El del último
"De muerto ya para qué"

Para los del esfuerzo y las despedidas...

“Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lágrimas. Lo sé porque he llorado hasta no poder más”.

Y los recuerdos construyen un camino que llega hasta el corazón y logra que los amigos siempre los sienta uno muy cerca, aunque en realidad estén muy lejos el uno del otro.

Una Cuenta Regresiva




Si, todo empezó cuando me encontré cerca de la rama de un árbol. Me alejé, pero fue tanto que apenas podía ser parte del cosmos en el que millones de personas viven y yo apenas soy un unto que no se lo puede ver.

No estamos solos y mucho menos somos el ombligo del mundo. Talvez para algunas personas nuestra sonrisa sea importante, pero para otras la misma sonrisa puede ser lo peor que pueden ver.

Aprovechar los momentos adecuados para compartir con las personas indicadas, también es parte de beneficiar dicho tiempo y valorar cuán importante es para la convivencia de todos en el mundo.

Cuando volví a estar cerca de la rama del árbol, decidí aproximarme mucho más. Ocurrió lo mismo que con la infinidad. Las imágenes mientras más me acercaba eran similares a las que pude observar cuando me alejaba.

Una presentación totalmente válida para la reflexión de que en este mundo nadie puede hacer lo que yo quiera simplemente porque se me antojó. Las ideas, la voluntad y el liderazgo van por otro camino muy distinto. Después de todo, la mayoría de nosotros se convertirá en un simple puntito en el infinito y nos necesitaremos.

Poder observar lo perfecto que es el planeta en el que vivimos, hasta la vía láctea; pero además saber que en medio de toda esa inmensidad estoy yo, es un verdadero orgullo formar parte de tanta belleza.

Pero, ¿qué tiene que ver esto con la migración? Mucho. Cuando lo tenemos todo, o casi todo, no lo valoramos. Necesitamos salir de ese mundo (nuestro mundo) para empezar a apreciar todo lo maravilloso que nos rodea. La familia, los amigos, los amores (siempre tenemos más de uno), los vecinos, el calor, el frío, la comida… y todo eso al final se convierte en un recuerdo y se lo demuestra con lágrimas. Te doy mi toalla. Para siempre.