lunes, 19 de mayo de 2008

EL PERIODISMO ACTUAL

¿Crisis de credibilidad?

Afirmarlo o negarlo desde un principio sería, de pronto, un error. La prensa ecuatoriana ya no tiene todo el poder en sus manos, los medios en general, ya no tienen al sartén por el mango. Ahora sus lectores, sus oyentes o sus teleespectadores ya no creen todo lo que leen, escuchan o ven; ahora los ciudadanos quieren comunicación más no una simple y vaga información de todos los hechos que pasan en el país.La credibilidad no sólo es rentable (más reputación, más audiencia, más ganancias) sino que se vuelve bola de nieve: lo que el medio da a conocer se legitima socialmente. La confianza (ausencia de prejuicios) contribuye a que el medio se vuelva referente en la profesión (la influencia entre sus competidores crece). A su vez, esa aceptación le otorga más juego empresarial y mayores libertades para experimentar o lanzar nuevos productos al mercado.[1]

Y el periodismo escrito sigue perdiendo hasta hoy todas esas facultades que tenían y si siguen haciendo ese periodismo mediocre, que lo relacionan como buena información, seguirán decayendo y la gente seguirá desconfiando de todo lo que lee.

En el país el mejor ejemplo de maduración mediática son los periódicos, y nuevamente no todos por supuesto, con los errores informativos que puedan cometer. Son medios que promulgan una agenda informativa que acopie los intereses de la sociedad, que se han propuesto acercarse más a los ciudadanos recogiendo sus necesidades, temores, creencias, decisiones, propuestas para que sean leídas por el poder tradicional que controla al Estado
.[2]
Una prensa en crisis pone en escena los problemas del país sin pensar en los graves efectos sociales que puede generar una información mal hecha, escandalosa, prejuiciosa, sin equilibrio, con fuentes no confrontadas. Su agenda y su distribución temática tiene una prioridad: hacer daño o ganar raiting.[3]

Y con esta poca descripción, pero totalmente apegada a nuestra realidad, en la que los periódicos recogen sólo una parte de la información y nosotros leemos la versión de la versión de la versión, es decir, lo que le conviene al diario y a sus intereses políticos y económicos, o lo que ellos llaman su ideología, o simplemente es tal la mala gana de informar bien a la sociedad y la falta de profesionalismo de algunos periodistas que sólo muestran la parte con mas show, con más sensacionalismo y la que más ventas va a traer al medio. El buen periodismo trata de llegar a la gente, pero con información verdadera, con información que les beneficie a ellos y no al diario. La información le pertenece a la gente no al periodista o al medio.
Numerosos medios de comunicación privilegian sus intereses particulares en pérdida del interés general de la sociedad y confunden su propia libertad con la libertad de empresa, considerada en estos tiempos de globalización como la primera de las libertades. Pero la libertad de empresa no puede prevalecer en ningún caso sobre el derecho ciudadano a una información rigurosa y verificable. La libertad de empresa no puede ser el pretexto para difundir falsas noticias, supuestas verdades o difamaciones.

De ahí que medios de comunicación y globalización sean dos conceptos íntimamente ligados, y que sea necesario desarrollar una reflexión sobre cómo nosotros, los ciudadanos, podemos exigir de los medios más ética, cómo podemos exigir que simplemente digan la verdad, exigir el respeto de una deontología que obligue a los periodistas -la mayoría de ellos, serios y honestos- a actuar en función de su conciencia y no a actuar en función de los intereses de los grupos, de las empresas o de los patronos que los emplean.[4]

Ignacio Ramonet [5]dice algo a cerca de los periódicos que están en crisis. La prensa escrita está en crisis. En España, en Francia y en otros países está experimentando un considerable descenso de difusión y una grave pérdida de identidad. ¿Por qué razones y cómo se ha llegado a esta situación? Independientemente de la influencia, real, del contexto económico y de la recesión, las causas profundas de esta crisis hay que buscarlas en la mutación que han experimentado en los últimos años algunos conceptos básicos de periodismo.
Se ha producido una revolución copernicana en el concepto de información. Actualmente, la imagen de un acontecimiento (o su descripción) es suficiente para darle todo su significado. En este nuevo marco, el medio escrito ha perdido jerarquía frente a la televisión. El primero, por definición, vincula el informar a proporcionar no sólo la descripción precisa y verificable de un hecho, sino también un conjunto de parámetros contextúales para que el lector pudiera comprender su significado profundo. Y la televisión ocupa el lugar dominante en los medios.
La prensa debería ser crítica o hasta autocrítica para que su crisis de credibilidad no siga en aumento. Una prensa crítica no se deja manipular ni influir. No se considera "cuarto poder" ni intenta dar lecciones de conducta a la sociedad. Es, antes que crítica, autocrítica: reconoce sus errores, trabaja en sus limitaciones, acepta observaciones, no se cree infalible y está en permanente renovación de sus valores democráticos, cívicos y éticos.

Una prensa en crisis se deja manipular e influir. Se considera "cuarto poder" y desde el punto de vista de las excluyentes élites económicas y políticas intenta dar lecciones de conducta a la sociedad. No es autoanalítica, no reconoce sus errores, se cree intocable y olvida que la credibilidad tiene directa relación con sus valores democráticos, cívicos y éticos.[6]

[1] José Hernández,. "Periodismo: ¿oficio imposible?". Editorial "Quipus", CIESPAL. Quito-Ecuador.2004.
[2] José Hernández,. "Periodismo: ¿oficio imposible?". Editorial "Quipus", CIESPAL. Quito-Ecuador.2004.
[3] Rubén Darío Buitrón. Prensa crítica y prensa en crisis, http://hablemosdeperiodismo.blogspot.com 11 de mayo de 2008. 14:23
[4] Ignacio Ramonet. La sociedad frente a los medios de comunicación de masas en la era de la globalización. El quinto poder, http://www.saladeprensa.org/. 11 de mayo de 2008. 17:13.
[5] Director de Le Monde Diplomatique y de Maniere de voir. Especialita en geopolítica y estrategia internacional, doctor en Semiología y en Historia de la Cultura.
[6]Rubén Darío Buitrón. Prensa crítica y prensa en crisis, http://hablemosdeperiodismo.blogspot.com. 11 de mayo de 2008. 14:23

Redacción: Daniela De la Cueva.
Imágenes tomadas: http://www.google.com.ec/