miércoles, 18 de junio de 2008

EL COMPROMISO CON LA VERDAD


Todo medio de comunicación debe –debería estar- comprometido completamente con la verdad y con lo que informa a la ciudadanía, pero el medio no produce la verdad; llega a verdades periodística en la investigación o en la reconstrucción de hechos. Y son verdades periodísticas porque el medio debe probar lo que publica o afirma.[1]

Hay varias especies de definiciones que se le da a la verdad, pero al final esa es la verdad con la que tienen que estar comprometidos los medios escritos en el país.

La verdad es base de la estabilidad social, atentar contra ella es poner en peligro el interés público; la verdad es un bien público y, por tanto, no es una posesión que puedan manejar a su capricho y conveniencia los periodistas o los medios de comunicación; la verdad no lo es todo, porque no es un valor absoluto.[2]

Y ahora lo que más les interesa a los medios y al periodista son varias cosas banales en el momento y que cuando se va la magia de la primicia se acaba todo el sueño en el que el periodista estaba: tener una exclusiva es tocar con las manos el éxito. Es lo que le gusta a la gente que consume noticias. Es lo que ofrecen los mejores periodistas. Buenas exclusivas no se encuentran todos los días. Es una ficción comercial para aumentar la circulación o la sintonía. Es el truco de los editores para sacar provecho del periodista.[3] Es todo lo que ahora les importa, su trabajo bien hecho no se sabe ni la idea que tuvo.
“En periodismo la lealtad es hacia la verdad, no necesariamente respecto de la fuente”.[4]

[1] José Hernández,. “Periodismo: ¿oficio imposible?”. Editorial “Quipus”, CIESPAL. Quito-Ecuador.2004.
[2] Javier Darío Restrepo. El zumbido y el moscardón. Nuevo periodismo. Taller de ética periodística.
[3] Javier Darío Restrepo. El zumbido y el moscardón. Nuevo periodismo. Taller de ética periodística.
[4] Ken Auletta, columnista del Daily news.
Redacción: Daniela De la Cueva.

Imágenes tomadas: http://www.google.com.ec/

lunes, 16 de junio de 2008

LENGUAJE: ¿EDUCATIVO O COMUNICATIVO?


Un texto que no está bien escrito, muy difícilmente puede comunicar. El lenguaje debe ser entendible, por supuesto, pero no desgastarse para querer informar. Utilizar de una manera equivocada el lenguaje y por otro lado no cumplir los objetivos de un medio de comunicación: informar, educar y entretener, son dos falacias en las que puede caer la prensa.

El tema del lenguaje utilizado en el diario quiteño ÚLTIMAS NOTICIAS va de la mano también con la ética periodística, el periodismo se hace desde una sociedad y para una sociedad. El periodista Ryszard Kapúscínski plantea que el periodismo trabaja con la materia más delicada del mundo: la gente y por tanto "escribir periodismo es una actividad sumamente delicada”. Hay que medir las palabras que usamos, porque cada una puede ser interpretada de manera viciosa por los enemigos de esa gente. Desde este punto de vista el criterio ético debe basarse en el respeto a la integridad y la imagen del otro. Y es este criterio ético, lo que lleva a que todo periodista tenga como consigna la búsqueda de la verdad, entendida como la "exactitud en la versión del hecho diario”, como sostiene el periodista colombiano Javier Darío Restrepo, para ello debe ser imparcial a través de la verificación y confrontación de distintas fuentes de información, y así a partir de dichas informaciones, darle a entender a los lectores de una manera completa y profunda las distintas aristas que rodean a aquellas situaciones que afectan su comunidad.

Es verdad que los periodistas no pueden escribir acerca de la realidad o de la verdad, porque verdades totales no existen, según José Hernández, editor de la Revista Vanguardia. Los periodistas lo que pueden o tratan de hacer es construir verdades periodísticas, que consisten en argumentar todo lo que se publique, ayudado por la contrastación de fuentes.

En el caso del ÚLTIMAS NOTICIAS esa contrastación de fuentes no existe porque ahora los periodistas no son los que escriben las notas, sino la misma comunidad que manda sus reportajes, noticias o crónicas al diario para que sean publicadas. Ese es el lenguaje que publica el periódico, un lenguaje no propio de un medio de comunicación con una matriz histórica cultural quiteña, en la que las distintas expresiones juegan un papel protagónico.
Más allá de que si la información esté bien o mal escrita, lo importante es que comunique, claro dejando de lado que sea el medio que fuere debe educar, si no se obtienen ninguna de las dos cosas, se entiende que el diario no está logrando llegar a la gente.

Relacionar al leguaje periodístico con su ética pude llegar al tema de la verdad periodística. Cada palabra, cada verbo pueden deformar y hasta negar la verdad de lo observado. Pero la verdad periodística es aquello que el periodista muestra, escribe o dice tal como éste cree a conciencia que ha sido visto o escuchado, asumiendo un real compromiso con los acontecimientos, informando siempre desde su percepción. Lo que el periodista cuenta no debería ser ni lo que la gente quiere escuchar, ni tampoco una diversidad de voces sin un enfoque profesional que sintetice lo que está transmitiendo en cada caso particular. En cuanto a la verdad de la noticia, es muy importante la manera de decir las cosas, se debe tener prudencia cuando lo que se maneja es información. No se les debería hacer tan difícil elaborar una nota con verdades periodísticas a los profesionales, porque parte de hacer un buen trabajo es saber encontrar y construir las temidas verdades periodísticas. Temidas porque parecería que huyen a enfrentarlas, pero como en el ÚLTIMAS NOTICIAS y en el caso de la sección Vecinos Reporteros los que escriben son los ciudadanos, los periodistas deberían hacer de esa verdad que les transmiten volverla verdad periodística y publicarla en el diario. Hacerla periodística conlleva, también, a tratar de manera simple y fácil al lenguaje, para que de esta manera puedan cumplir comunicando y además utilizando a la gente como su fuente principal y que sientan suya la información que se está publicando.

Si el lenguaje no es claro, simple y entendible tampoco se está realizando un buen trabajo, pero si no se comunica mucho menos. La sinergia entre lenguaje comprensible y buena comunicación es esencial para cualquier medio de comunicación.
Redacción: Daniela De la Cueva.

Imágenes tomadas: http://www.google.com.ec/