Desigualdad + Pobreza = MIGRACIÓN

Más de 1.000 millones de seres humanos subsisten con menos de 1 dólar por día. Para otros más de 800 millones su alimentación no es suficiente para satisfacer las necesidades energéticas diarias. Y más de una cuarta parte de los niños menores de 5 años de los países en desarrollo sufren de malnutrición. Son los datos que refleja la página Web de la Organización de las Naciones Unidas ONU. Sin duda, datos estremecedores, pero reales. Y, ¿qué soluciones se están dando? Una de ellas, pero no la más correcta: la migración.

Pero el tema de la migración va más allá de tratar de conseguir dinero en otro país. Es dejar familias enteras en manos de familiares cercanos o en algunos casos no tan cercanos. Es abandonar sueños y anhelos propuestos en su propio país. Es renunciar a aquellas reuniones familiares con momentos inolvidables. Por último, es resignarse a mantener una misma vida las 24 horas del día y los 365 días de año.

Básicamente el problema de la migración va de la mano con el tema de la equidad social o distribución de la riqueza que se presenta a partir de los años 60´s, donde se produce un hito histórico: la propiedad privada. La herencia, el cambio de relación entre hombres y mujeres por el único factor posible de unir o separar personas: el dinero. Varias instituciones, organizaciones y reuniones entre países están dando algunos resultados al tema de reducir la pobreza en el mundo, como caso muy particular en los países en desarrollo.

Ocho objetivos y como mínimo tres metas a cumplirse por cada uno de ellos. Todos enrumbados a terminar con la pobreza, la desigualdad y la muerte. Los objetivos del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas. La pieza clave a tratarse desde nuestra columna vertebral: América Latina. Pero la salida no se la da a los países en vías de desarrollo, como el Ecuador, la solución es para los países grandes, para aquellos que siempre los han querido comer. Una pelea entre los muy ricos contra los muy pobres.

Para un territorio grande y bendecido, buenas ideas y excelentes resultados. La América Latina de todos los anhelos se está conformando, varios gobiernos unifican sus ideas, otros las discuten, pero llegan a un acuerdo y las consecuencias de este cambio no pueden ser menos que buenas; porque superar el hambre, la pobreza y además la migración (efecto de las dos anteriores) no son metas inalcanzables.