APATÍA, FERIA Y VENTAS

Domingo de feria, votaciones y reuniones familiares. Este 14 de junio los habitantes de la ciudad de Machachi acudieron, nuevamente, a las urnas. Esta vez elegían, únicamente, representantes al Parlamento Andino; de esta manera el sufragio y el conteo de votos se realizaron de manera rápida y sin ninguna novedad.

Es el pretexto esperado para logran unión familiar. Varias personas regresan a su tierra natal con la idea de sufragar y aprovechar ese día para compartir en familia. Es el caso de Myriam Naranjo, quien no cambia su lugar de residencia porque considera este día como la excusa perfecta para almorzar con sus papás a los cuales puede ver solamente en vacaciones largas o días festivos. “Mientras mis padres vivan no cambiaré mi lugar de residencia. Mi tierra me llama” (audio 1) dice con algo de nostalgia al recordar todos los momentos vividos en aquellas calles, parques y rincones.

Los domingos son de feria en Machachi, gritos, ventas ambulantes, música, sol, un día lleno de colorido y con un tinte de respiro a todas las actividades diarias. El Mercado Central está lleno de emociones distintas. La rapidez obtuvo el primer puesto para quienes pensaron que no alcanzarían a votar, mientras que otros ni siquiera se acordaron que esta vez tenían que elegir otras dignidades que representarían al país.

“La verdad nadie me ha dado información y no me siento preparada para votar, por eso no me acordé” (audio 2) afirma Olga Gaibor, al escuchar que “Juanita”, la vendedora de frutas del Mercado, pregunta por quién votará en esa “cosa complicada” del Parlamento Andino. Olga sonrió y agradeció a Juanita por “hacerle acuerdo”.

Ausencia de votantes y también la falta de vendedores a la salida de los recintos electorales fueron dos de las características más visibles dentro del desarrollo de estas últimas votaciones. Alrededor del 10% de los empadronados no acudió a ejercer su derecho al voto, lo que trajo varias consecuencias, como la falta de ingresos para Blanca Cajas, vendedora de hornado a las afueras del Colegio Nacional Machachi.

“En las anteriores elecciones se me acabó todo hasta antes de las 16h00, ahora ya se va la hora para que voten y me faltan todavía algunos platos por vender”, asegura la vendedora con algo de tristeza por su situación. (audio 3)

En la mañana la concurrencia fue mayor comparada con la de la tarde. Jenny Cumbajín, presidenta de la Junta Femenina Nº 17 de uno de los recintos electorales de la Ciudad de Machachi (el colegio que lleva su nombre) comenta un poco, junto a sus compañeras de mesa, que al parecer toda la gente vendrá en la mañana para tener la tarde libre y compartir con sus familias.

El desarrollo de las últimas elecciones fue totalmente rápido y normal; aunque la apatía fue el sello que puso la gente en esta ocasión. Talvez, la democracia no está en cuántas veces vayamos a votar, está en la medida de apertura de diálogo que puedan dar las autoridades.